Microfinanzas: ¿Alternativa de reducción de la pobreza en el Perú?

 


Las Microfinanzas afectan extensa y positivamente al sector financiero. Tanto especialistas, medios de comunicación, como políticos abordan el tema, como una herramienta sostenible a la salida de la crisis de pobreza que por décadas hemos afrontado.
Tradicionalmente en el Perú los servicios financieros, el acceso al préstamo o el crédito en favor de los pequeños hogares pobres eran desatendidos por los
bancos. Esto ha cambiado satisfactoriamente para el Sector; las Microfinanzas se definen como una alternativa viable e innovadora del acceso a préstamos, orientado a incursionar en los servicios financieros a millones de beneficiarios, que responden de manera responsable frente a sus deudas. ¿Solucionará las Microfinanzas la pobreza en nuestro país? En efecto que no, pero sí es un instrumento 100% efectivo direccionado a mejorar la calidad de vida de los microempresarios que no necesitan de grandes capitales para generar sus propios recursos. Según la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations), en sus datos del 2006 expresó que la pobreza extrema sigue siendo una realidad para más de 1000 millones de seres humanos que subsisten con menos de un dólar al día. El hambre y la malnutrición afectan a más de 800 millones de personas en el mundo. Las Microfinanzas hasta la fecha indican ser parte de la solución, porque están orientadas a combatir la pobreza en el mundo. Destacan las Microfinanzas por utilizar herramientas de desarrollo social; el financiamiento es canalizado por entidades Microfinancieras, y esto a su vez en su colocación de Microcréditos a las pequeñas y microempresas, surgiendo las MyPE, Cajas Municipales, Cajas Rurales, EDPYMES, Bancos especializados en Microfinanzas y otros; que emprenden negocios personales y familiares en pro del desarrollo sostenible local. Desde la década de los setenta hasta mediados de los 90 el país surgía en la industria formal y el fenómeno de la emigración de la zona rural a la ciudad era inminente; los obreros buscaban en el comercio una salida alterna a la falta de em pleo. Y principalmente fueron las mujeres las protagonistas de este acontecimiento, accediendo a los microcréditos y fomentando su propio negocio.
Fortaleza de las Microfinanzas

La mujer peruana ha demostrado ser de mucho empuje y capacidad para los negocios, afrontando la crisis del país.
Mibanco, considerado el primer banco especializado en Microfinanzas del Perú, precisó al cierre del 2007, que el 55% de sus créditos son gestionados por mujeres
emprendedoras que, según opinión del banco, han demostrado cultura de pago y cumplimiento de sus compromisos adquiridos.
La fortaleza de las Microfinanzas se ve reflejada cuando la gente de sectores pobres goza de los servicios financieros, emprende un negocio, utiliza el dinero y
cumple sus obligaciones con el banco. Es lamentable que los gobiernos anteriores, en su oportunidad, no impulsaron esta herramienta sostenible en pos del desarrollo para erradicar la pobreza del país. Las pequeñas y microempresas interactúan diariamente con las Microfinanzas, porque es una práctica inmediata de
obtener dinero e invertirlo en productos o servicios que incrementan sus ganancias. Y bien es cierto que alrededor del 98% de empresarios en el Perú están
en el segmento de la microempresa, y aportan el 40% del PBI; a su vez la PEA es identificada en ellos. Por tanto, es de vital importancia que nuestro Aparato
Estatal fomente con mayor énfasis el sector Microfinanciero, sin ninguna excepción. Según la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras de Fondos de Pensiones (SBS), en el segundo trimestre de 2009 los créditos por mes de las entidades financieras se estimaron en S/.11,725 millones, demostrando una fluidez en los desembolsos de dinero en el mercado Microfinanciero y un crecimiento sostenido.
Según el reporte financiero de COPEME, Consorcio de Organizaciones Privadas de Promoción al Desarrollo de la Pequeña y Microempresa, a marzo de 2010 el saldo de créditos de la microempresa asciende a S/. 13 millones; esto es el 12.2% del total de los créditos (Corresponde a Créditos Microempresa de Bancos, Financieras, Cajas Municipales, Cajas Rurales, EDPYMES, además de ONG No Supervisadas por la SBS. No incluye Cooperativas) y que la participación de las entidades especializadas en Microfinanzas se proyectó en 72.4% en el saldo del mes; esto es el 91% en el número de créditos al mes (Incluye MiBanco, 5 inancieras, 13 Cajas Municipales, 10 Cajas Rurales, 11 Edpymes, además de 15 ONG no supervisadas por la SBS). El dinamismo Microfinanciero es acelerado en el Perú, y favorece los sectores antes olvidados por los grandes capitales.
Es menester seguir impulsando las Microfinanzas, porque está comprobado que combate la pobreza y fortalece la capacidad institucional de las entidades financieras. Los que recurren a los Microcréditos son del sector de bajos costos, y han demostrado minimizar los riesgos crediticios con el cumplimiento de sus deudas. Actitud conocida como buena cultura financiera. Esto genera confianza financiera estable entre la institución financiera y el cliente. Ambos son beneficiarios y protagonistas a la vez.

Prevención Crediticia
Esto nos plantea la necesidad apremiante, que la entidad financiera actué con suma diligencia preventiva con los Microcréditos, al momento de evaluar y desembolsar el dinero, porque en vez de aumentar la cartera de créditos y generar recursos viables para la inversión de Microempresas, así como ganancias de miles de millones de dólares en sus arcas, logrará incrementar deudas que perjudicará tanto a los deudores como al mercado financiero.


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